Este blog es 95 % dulce, pero de vez en cuando se cuela algún despiste salado. En esta ocasión tenía pendiente probar esta hamburguesa que me había intrigado en Pinterest del blog: Can Colette: remolacha y mijo. El sabor espectacular, cómo su presentación y color que son muy atractivos. Una hamburguesa y plato diferentes.
El mijo se ha incorporado gracias a mi amiga Muriel hace apenas un par de meses en mi dieta. Es un cereal muy rico en energía, con sabor agradable y textura suave. Fácil y rápido de cocinar: una medida de mijo por tres de agua. Coloca el agua en un cazo y cuando hierva incorporamos el mijo previamente lavado con agua abundante. Se cocina aproximadamente 20 minutos.
Ingredientes
Para 6 hamburguesas
3/4 vaso agua de mijo
2,5 vasos de agua
En mi caso no tenía semillas de hinojo para poner en el agua y le puse una hoja de laurel
Ralladura de medio limón pequeño (ella usaba lima)
Sal
Aceite
Pimienta
Harina integral (necesité casi 3 cucharadas)
2 remolachas medianas ralladas
Un calabacín pequeño rallado
1/2 cebolla grande rallada
2 huevos pequeños
Prepara primero el mijo: en un cazo ponemos a hervir el agua con las semillas de hinojo o como en mi caso con laurel. Cuando rompe a hervir bajamos el fuego y le ponemos el mijo pelado lavado con agua y tapamos el cazo. Cocemos a fuego lento unos 20 minutos.
En un bol mientras tanto rallamos la remolacha, el calabacín y la cebolla. Escurrimos todo bien, en mi caso uso servilletas de papel secante. Hemos de intentar que nos quede más bien seco y no haya líquido. Incorpora la ralladura de limón, apenas media cucharadita, la receta original usa lima pero no tenía. Sal pimentar y añadir el mijo hervido (debe quitarse todo el exceso de agua, bien sequito) y los huevos. Mezclamos todo bien. Llega el momento de darle forma, cómo costará añade harina integral hasta que se deje ligar la masa que hemos formado. En mi caso he puesto casi tres cucharadas.
Las tenemos listas, en mi caso han salido seis generosas hamburguesas para hacer un plato principal En una sartén ponemos un chorrito de aceite para hacerlas bien doraditas. Acompañadas de brotes verdes y un poco de soja nos hace un plato diferente y que nos ha encantado. Si no las consumes todas puedes congelarlas y así disfrutarlas otro día.
