Llegó agosto, y con el el calorrrrr, no se me ocurre mejor manera para combatirlo que un helado refrescante de menta y chocolate, una de mis combinaciones favoritas. De hecho me gusta tanto que solo hago un poco más de la mitad de la receta habitual, así peco lo justo.
Encontré sirope de menta en un supermercado y por fin he hecho el helado con el sabor de menta que me recuerda a una de mis heladerías favoritas. Lo se, sabor totalmente artificial, lo había hecho con hojas de menta, pero son muchos años con ese recuerdo y es un pequeño capricho.
Ingredientes:
300 gr. de nata semimontada 35,1 % materia grasa
100 gr. de leche
40 gr. de azúcar
15 gr. de leche en polvo
200 gr. de sirope de menta
70 gr. de chocolate rallado en mi caso 70 %
Su preparación es muy sencilla: en un cazo he hervido la leche junto con el azúcar y la leche en polvo. Justo cuando rompe a hervir apagamos y dejamos enfriar. Semimontamos mientras tanto la nata. Una vez fría la leche mezclamos con cuidado con la nata y el sirope de menta. El chocolate lo reservamos para el final. Si no tienes leche en polvo no pasará nada, la verdad es que me he acostumbrado a ponerla en los helados desde que leí y he comprobado que los hace más cremosos.
He tenido la cubeta de mi heladera 24 horas en el congelador, la ponemos en marcha y ponemos nuestra crema. Dejamos unos 25 minutos. Cuando ya está casi listo ponemos el chocolate rallado o cortado en pequeños trozos. Cinco o diez minutos más, y listo. Distribuye en un bol para que esté en el congelador hasta la hora de servir. Un auténtico pecado.
Si no tienes heladora puedes realizar los mismos pasos. Poner en un bol amplio tu crema y cada 15 minutos mover hasta tener la textura de helado cremoso.
Una forma fácil de disfrutar de un helado refrescante y casero¡