Me enamoré de esta tarta a primera vista ¿Una tarta dulce de espinacas?. Eva de Bake-Street.com compartió en diciembre una receta que había publicado en 2015 y me dejó embobada mirando sus fotos, es una tarta sencillamente increíble que su origen es Turco.
Un bizcocho de color verde intenso, húmedo, jugoso, un sabor ligero limón, espinacas y no excesivamente dulce. El nombre precioso,la presentación: perfecta, que podemos pedirle más?
Eva utiliza una crema de quesos y en mi caso como sabía que no duraría mucho ni quedaría ni un pedazo de pastel porque iba directo a un pueblo precioso de Mallorca: S'Arraco para ser parte de un Brunch en casa de Ernesto &Tato opté por una crema de queso mascarpone &nata.

Ingredientes para un molde de 23 cm.
Para el bizcocho:
2 bolsas de espinacas frescas, peso 350 gr. gramos
3 huevos talla L
240 gr. de aceite de girasol
180 gr. de azúcar
280 gr. de harina de trigo repostería
3 cucharaditas de levadura química, 12 gr.
2 cucharadas de zumo de limón recién exprimido y la ralladura de su cáscara
Para el relleno:
250 gr. de queso mascarpone
500 gr. de nata para montar 35,1% materia grasa
3 cucharadas o 4 (a gusto) de azúcar.
Para decorar:
Unas hojas de espinacas
En mi caso frambuesas, el color rojo da un gran contraste ❤
Empezamos la preparación con el bizcocho: lava bien las espinacas, retira los tallos más grandes, introduce en un procesador de alimentos y tritura hasta que queda muy picada. Ralla la cáscara de un limón y reserva. Añade el zumo de limón a las espinacas y reserva tapándolas hasta el momento que las utilicemos.
Precalienta el horno a 180 º. Prepara el molde con spray engrasante o con mantquilla & harina. Reservamos.
En un bol monta los huevos con el azúcar hasta que triplica su tamaño. Incorpora poco a poco el aceite. Añade las espinacas trituradas junto con el zumo de limón y la ralladura de la cáscara. Incorpora la harina tamizada junto con la levadura poco a poco, integra con suavidad y ayuda de una espátula.
Reparte la masa en el molde preparado y horneamos a 180º en mi caso con ventilador unos 50 a 55 minutos. Si pinchas con un palillo el bizcocho sale seco y sabes que está listo.
Dejamos enfriar antes de rellenar. Como veréis en mi foto del corte tenía prisa, mala compañera siempre en la repostería y mi relleno fue absorbido por el bizcocho, tengo que decir que igualmente estaba espectacular y aunque la próxima vez espero tener el tiempo y la paciencia esta tarta se merecia compartirla y formar parte de mi recetario favorito.
Mientras horneas el bizcocho puedes preparar el relleno. Monta la nata y cuando está semimontada incorpora el azúcar y el queso mascarpone, acabas de montar y está lista. El azúcar es a gusto de cada uno, si te parece poco dulce puedes poner unas cucharadas más.
Una vez frio el bizcocho corta por la mitad. Introduce la crema de nata y queso en una manga pastelera y pon una capa sobre una mitad de bizcocho. Tapamos y acaba de decorar por encima. Unas frutos rojos como las frambuesas y unas hojas de espinacas bonitas para que quede claro que es de espinacas la tarta y lista para compartir y disfrutar.