... vull que em miris amb la mirada que clarifica el meu alè...
... quiero que me mires con la mirada que clarifica mi aliento...
Domingo de otoño, lluvia, y poesía. Los que me conocéis sabéis que mis amigas del Bens tienen una Cafetería en Palma en Calle Blanquerna que es muy especial. Es mi Cheers a la mallorquina. Las chicas del Bens cuidan a todos sus clientes, sentarse en la barra para desayunar o comer siempre es un placer.
Siempre desayuno acompañada: que te has dejado la cremallera abierta del vestido te la suben. Que llevas un vestidazo, has de coger un avión, y resulta que el dobladillo se ha descosido: ahí está mi compañera de barra y vecina Patricia que te sube a su casa y viendo lo torpe que eres con la aguja e hilo te lo cose.
Una barra llena de besos, abrazos, recados, confidencias, alguna que otra palabra tipo "gilipollas", "te quiero", "flacucha", "Betti Spaguetti" que harán los minutos que pasas con ellas conviertan todos los días en un gran día. Una recomendación, no entres nunca sin sonreír, saludar y decir Buenos Días o Buenas Tardes, con una miradita te lo dirán todo.
Uno de mis compañeros de café empezó en una esquina de la barra, siempre con su libro, lápiz para anotar, libreta, concentrado e intentando leer y tener un momento suyo antes de trabajar. Fueron pasando los meses y finalmente ha acabado en la esquina de la barra frente a la cafetera, donde los clientes del bar nos concentramos para ver por la ventanita a nuestra cocinera favorita Loli y cómo nos prepara el café Ita.
Que hace Alejandro tan concentrado por las mañanas? Poesía ¡¡¡¡ La sorpresa me la dio hace varias semanas con su primer libro: Fragments d' Alès, Ramonell, una primera obra que nace desde el fondo de su intimidad que se inicia con un Monólogo de un árbol enamorado. Sus páginas están llenas de emociones, espero que pueda editar un día su libro y podáis disfrutar tanto de el cómo yo con sus páginas.
Este fin de semana tenía un capricho: hornear y bollos. Increíble, un bollo poco dulce, con una masa ligera y que a pesar de ser integrales y con harina de espelta estén tan ricos. Os dejo con la receta, yo sigo con mi libro.
Ingredientes:Para 18 donas - bollos
420 gr. de harina de espelta integral
25 gr. de levadura fresca de panadería
100 gr. de agua
50 gr. de zumo de naranja recién exprimido
50 gr. de azúcar panela (puedes usar moreno)
50 gr. de Aceite de Oliva, en mi caso Señorios de Relleu
1 huevo talla L
Una pizca de sal
Para pintarlos y dar brillo: leche, azúcar glass tres cucharadas + unas gotas de zumo de naranja
Pesa y prepara todos los ingredientes. Calienta un poco el agua para que esté tibia y deshaz la levadura en el agua.
En un bol amplio pondremos la harina y en el centro el resto de ingredientes. Integra todo bien y amasa varios minutos. Tendrás una masa blandita pero que se despega fácilmente de las paredes. En un bol que hemos puesto un poco de aceite retirando el exceso con papel dejamos tapada nuestra masa en lugar cálido y dejamos levar, entre una hora y 90 minutos habrá doblado su tamaño.
Desgasificamos, amasamos y con ayuda de un rodillo aplanamos sobre un papel de hornear. Dejamos el grosor de un centímetro y medio más o menos. Cuanto más grueso más alto saldrá el bollo. Con ayuda de un cortador le he dado la forma de donut. Repartimos nuestros bollos en una bandeja de horno preparada con papel de hornear. Tapamos en mi caso con una gasa o con un trapo ligero una hora mínimo hasta que vuelven a levar. Cuando hago estas masas me gusta empezar por la noche para que leven parte de la noche y por la mañana sean horneadas. Levantarte y empezar el día con un bollo recién horneado es un auténtico placer.
Una vez ha levado pinta con cuidado y ayuda de un pincel con leche las donas. Precalienta el horno a 190º. Una vez caliente introducimos nuestra bandeja y horneamos a 180º nuestras donas unos 20 minutos. Si quieres darle algo de dulzor y brillo todavía calientes pinta con ayuda de un pincel con la mezcla de azúcar glass y zumo de naranja. Comer una vez están fríos.
6 comentarios:
Mmmm qué ricos! Caseritos y con ingredientes naturales, lo mejor de lo mejor. La harina de espelta se ha hecho un hueco imprescindible en mi armario, me encanta. 1 beso!!
Con un cafelito...para disfrutar!! Un abrazo, Clara.
Qué poesía, qué delicia, qué amor en esas palabras tuyas, eres muy afortunada o son muy afortunadas, sea como sea me gusta lo que leo, lo que veo cuando voy allí, y por supuesto lo que nos das a probar, viva el Bens y las donas, yeah!
Besitos preciosa
Si ya solo con la foto me esta entrando hambre!
Me encantaría tener un bar o cafetería como el que describes, donde poder ir todos los días y encontrarte con "tu gente" mientras desayunas, almuerzas o meriendas... Y encima con un poeta! De película :).
Me llevo tu receta porque tiene muy buena pinta, y es muy de mi estilo :D. Genial para encender el horno estos días de otoño.
Un abrazo
Que post mas precioso Teresa. Mira que cuando he leido el titulo me he dicho, muy sanota parece la receta y que apetitosos son estos bollitos, donas o como quieras llamarlos.
Pero ha sido empezar a leer y robarme una sonrisa tras de otra. Ya el sumun ha sido el libro de poesía de Alejandro...
Lo dicho un post precioso. Esa cafetería con esa gente debería existir en todos los lugares del mundo, porque te alegran el día con su cariño y su buen hacer. Un besito gracias por compartir tus secretito..
Virginia "Sweet & Sour"
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