Desayuno de fin de semana: Scones con frutas

Un excelente desayuno para fin de semana o para alegrarnos cualquier día de la semana.  Este es uno de los efectos de ir dos veces a Escocia este año: hornear Scones.  

Los Scones son un tipo de pan rápido de origen escocés que apenas necesita reposo, de hecho usamos levadura de repostería tipo royal.  Llenaban los mostradores de las panaderías por donde pasamos en sus distintas versiones.  Se suelen servir acompañados de mermeladas, nata, cremas.. en fin, acepta casi todo lo que nos guste para acompañar.  Calientes, tibios o frios están ricos de todas las maneras.

Mis Scones han sido acompañados de una excelente mermelada de moras, regalo de mi paisana Sara, de Las Recetas de Sara, podéis pinchar AQUI  para tener esta maravilla de receta.  Esta mermelada es de su árbol,  cereo que por eso me gusta más y más, una auténtica maravilla.

Esta receta es de mi querido libro 365 recetas de pan, Anne Sheasby de la editorial Blume.

Ingredientes:

Para unos 14 scones pequeños

225 de harina de trigo de repostería (el libro pone blanca)

4 cucharaditas pequeñas de levadura en polvo

una pizca de sal

55 gr. de mantequilla a dados

25 gr. de azúcar blanquilla

75 gr. de frutas desecadas o confitadas cortaditas en pequeños trozos (la receta es de 55 gr. de sultanas, mi fruta: arándanos, fresas, naranja)

Un huevo batido

Unos 100 ml. de leche y un poco más para glasaer (en mi caso fueron justo 100 ml.)

Precalienta el horno a 200º.  

Prepara una bandeja de horno o mejor dos con papel para hornear o siliconas.  Reservar.

Tamiza la harina, la levadura en polvo y la sal en un bol. Amasa ligeramente con la mantequilla hasta que la mezcla adquiera el aspecto de unas migas.  Incorporamos el azúcar, la fruta cortada, el huevo y la la leche  suficiente para que sin dejar de mezclar, tengamos una masa blanda. (ir poniendo en tres veces la leche para que la masa pueda coger la que necesite).

Colocamos la masa sobre una superficie de trabajo espolvoreado ligeramente con harina,  en mi caso sobre el papel de hornear.  Amasamos ligeramente y con ayuda del rodillo estiramos hasta que la masa tiene dos centímetros de grosor.  Cortamos en círculos con ayuda de un corta pastas.

Colocamos nuestros Scones sobre las bandejas preparadas dejando un poco de espacio entre ellas. Con ayuda de un pincel pinta la superficie con leche.

Horneamos los Scones entre 8 y 10 minutos, deben estar bien hinchados y un cierto color dorado. Los colocamos en rejilla metálica para que se enfríen.  Los podemos comer calientes o fríos, o de las dos maneras¡

Me han gustado mucho, todavía más comprobando lo fácil y rápido que los podemos tener.  Un auténtico placer para disfrutar junto a un té por la tarde tipo inglés o con mi café de las mañanas.  Estos Scones fueron parte del desayuno que les llevé a mis compañeras de viaje a Escocia, cuando repetimos?